Metalistería

Metalistería

Por si hubiera alguna duda, convendría recordar que la metalistería es el arte de trabajar los metales, actividad que en nuestro país, en tanto rama artesanal, tiene sus antecedentes en el comienzo de la época colonial. Cierto es que en el México prehispánico se elaboraron piezas de cobre, pero fue a partir de la Conquista cuando se inició la introducción de metales como el latón, la hojalata, el hierro, el bronce y el acero pavonado, antes desconocidos.

Entre las regiones donde se promovió esta labor se encontraba el actual Estado de México. En esta entidad, al igual que en otros lugares, se fabricaron faroles de hierro y cristal, estribos y soportes para bridas de las cabalgaduras; puertas, roperos y arcones se guarnecían con una muy variada línea de chapetones, clavos, aldabas y aldabones, chapas, candados y llaves, que tomaban las formas más caprichosas, como leones, águilas de dos cabezas, serpientes, ángeles, querubines, dragones, etcétera.
 Ya con características propias, la metalistería se ha dedicado a la fabricación de artículos como faroles, candiles, candeleros de lámina de hojalata o de latón, o toalleros y jaboneras. También se producen marcos de metal para espejos, entre otras piezas, a las que habría que agregar esculturas, encendedores, juguetes y campanas, como se muestra en el presente volumen, a efecto de ilustrar la variedad de ideas que se materializa en una amplia gama de diseños.

Los municipios que presentan producción metalistera son: Ecatepec, Naucalpan y Tecámac, en lo que corresponde al Valle Cuautitlán, Texcoco, mientras que en el valle de Toluca destacarían Jiquipilco, el propio municipio de Toluca, y en el norte, El Oro. En estos lugares se trabaja el cobre, el latón, la hojalata, el bronce y la modalidad conocida como pewter (aleación metálica compuesta en su mayor parte de estaño y en un bajo porcentaje el cobre; de aspecto similar a la plata, es utilizado para la elaboración de cubiertos y vajillas rústicas, así como para elaborar pequeñas estatuas o réplicas de monedas).

Aunque en un proceso de conurbación con la ciudad de Toluca, en el poblado de Cacalomacán, al sur del municipio y relativamente cercano al volcán Xinantécatl, existen diversos talleres dedicados a la fabricación de artesanías en hojalata, latón y cobre, que de hecho encarnan una tradición familiar.

Estos autores mencionan las características de los talleres de Cacalomacán, plenamente artesanales, en cuyas mesas de trabajo se distribuyen la prensa, el soplete y herramientas como tijeras para cortar lámina, troqueles para grabar, la lesna (un tipo de punzón con mango de madera, utilizado para agujerar el metal), martillo, cautín y plantillas. Se trabaja sobre una base de plomo, como plancha durante el martilleo o "calado", que exige gran precisión por parte del artesano, el cual, además hace gala de su creatividad con un material a la vez dócil y rebelde.

Fuente:IIFAEM

 


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